La pintura en mi vida
Los géneros de la pintura han sido objeto de muchos tratados académicos o de movimientos artísticos de ruptura que han sido clasificados. Pero ¿dónde ubico yo mi pintura?
El color, la forma, la abstracción o la realidad, el cuerpo o el retrato, el paisaje o la industria, los materiales que desechamos o el gesto y la expresión de mis pinceladas… todo esto es subjetivo cuando lo que pones encima del blanco lienzo es tu sentimiento en una búsqueda continua de como vivir tu sentimiento. Como trasmitirlo. Y como se entiende cuando además esto supone una parte fundamental de mi vida.
ABC
El pintor en su entorno MIGUEL RIUS.
La decisión de Miguel Rius de inventar y construir las obras que ahora muestra, es tardía; llega a sus cincuenta y cinco años, después de un primer trato con la fotografía y una experiencia enriquecedora con la materia y el color de la pintura informal.
Estudio de Getafe
Con el maestro Jorge Oteiza
Con el maestro
Jorge Oteiza
Etapas y sentimientos de mi pintura
Ver Exposiciones
1976 — Galería Anfora Getafe — Sociedad fotográfica de Guipúzcoa
1977 — Sociedad fotográfica de Pamplona
1978 — Circulo Catalán de Madrid — Diputación Provincial de Soria
1979 — Sala Ayuntamiento de Balaguer — Sociedad Fotográfica de Guadalajara
1981 — Casa de Cultura Getafe — Sala de Arte C.A.I. de León
1984 — Sala de Arte e Inversión de León
1985 — Galería Pablo Serrano de Getafe
1987 — Galería Millares. Madrid
1988 — Galería Millares. Madrid
1988 — XLIX Certamen Nacional de Valdepeñas — X Bienal del Tajo. Toledo
1989 — Galería Fresneda de Miguel. Madrid — Galería Azteca. Madrid
1990 — Galería Fresneda de Miguel. Madrid
1992 — Sala Independiente de Getafe
1994 — Galería Anselmo Alvarez. Madrid
1995 — Galería Detursa. Madrid
1996 — Sala García Lorca. Getafe — Espacio Puerta de Toledo. Madrid
1997 — Galería Milan. Madrid — Galería Elvira Carreras. Madrid
1998 — Sala García Lorca. Getafe
2009 — Sala de Cultura Miraflores de la Sierra
2010 — Cultura Inquieta. Getafe
2011 — Centro Unesco Getafe
2012 — Monasterio de Vellvert. Tragó de Noguera — Cultura Inquieta Getafe
2014 — Sala de Cultura Miraflores de la Sierra
2015 — Instituto de Estudios Ilerdenses. Lleida — Sala Ayuntamiento de Balaguer. Lleida
2016 — Sala de exposiciones. «El Mercado Getafe
2017 — Claustro del Monasterio de les Avellanes
2018 — Almoneda. antigüedades, galerías de arte — Ateneo de Madrid
OBRA PERMANENTE:
- Ministerio de Medio Ambiente
- Ministerio de Fomento
- Centro Metereológico de San Sebastian
Gracias por cruzaros en mi camino…
“Es imposible no aceptar el arte que nos propone Miguel Rius, no disfrutar de sus formas, no jugar con sus dados. Lo tardío de su decisión artística ha proporcionado a su quehacer un poso vital en el que se palpan los silencios de sus palabras, que se vuelven voz en sus obras. Miguel Rius conoce lo que es comunicar por medio de los signos, sabe estimular a la mirada abriendo horizontes sucesivos. Sabe. Y semejante sabiduría, en la que se reúnen el fluir del tiempo y la esperanza de comprender que se esconde tras las apariencias, le concede el beneficio de su propia autoridad, el riesgo de correr su aventura. Aventura que continuará girando en la rueda maravillosa del eterno retorno. ”
“Desde el principio lo que más me gustó de sus telas fue el que estuviesen pintadas, subrayo lo de pintadas, con una destreza inusual en alguien que está haciendo su aprendizaje. Esto en alguna medida queda explicado cuando se sabe que Rius comenzó su formación en el estudio de Valenzuela Chacón y sabemos que este pintor somete a buenas disciplinas a quienes trabajan con él. Otra de sus cualidades es la sensualidad de su color, aplicado con una materia suntuosa comprometida con empastes, con frotados, con una pincelada de caligrafía rafagueada, a veces larga, otras en las que funde los límites de las distintas zonas de color contribuyendo a la unidad del tema.”
“Miguel Rius es un artista de un lenguaje excepcional. Un lenguaje obtenido tras una larga búsqueda que imaginamos concienzuda, paciente y solitaria. En un contagioso ambiente de fin de siglo, demasiado proclive al deslumbramiento y a la provocación por medio de lo inesperado o de lo ostentoso, del colosalísmo o de la exuberancia, él ha optado por una suerte de desacostumbrada austeridad monacal, entendida como un riguroso ejercicio de lucha cotidiana contra las distracciones blandas del color o las siempre perturbadoras tentaciones de lo estrictamente sensual.”